Os vamos a contar una historia que nos sucedió no hace mucho con nuestro fotomatón: Unos clientes vinieron a visitarnos para ver cómo era nuestro fotomatón.
Como es natural, habían pedido varios presupuestos y hasta habían visto alguna máquina más. No parecían a primera vista muy entusiasmados con la nuestra. Les preguntamos cuál era el problema que veían, por si lo podíamos solucionar, y la verdad es que no era muy sencillo de arreglar: les gustaba más, estéticamente hablando, otro fotomatón (no diremos cuál ;) )
Es difícil convencer de la calidad de un servicio cuando lo accesorio entra por los ojos antes que lo verdaderamente importante. Lo sabemos. Nosotros no hemos querido disfrazar nuestro fotomatón de nada, porque creemos que es importante que montaje y desmontaje puedan hacerse con rapidez: así estorbamos lo menos posible. Así que buscamos la forma de hacer ver a aquellos clientes qué era lo verdaderamente importante: que las fotos salgan bien. Y ahí encontramos la solución.
Catorce caras y ninguna sale borrosa...
Cambiamos la cámara del fotomatón y les hicimos una prueba. Quitamos nuestra Canon 1200 y pusimos una webcam. Activamos el fotomaton y... las fotos llevan atrezzo, sí. Y el mismo photocall. Pero nada es igual: ni la nitidez, ni la claridad ni siquiera la capacidad de retratar a personas en movimiento. Es ahí cuando se ve que la apariencia estética del fotomatón, si por dentro está vacío, no sirve de nada. Y nuestros clientes supieron verlo.
Más allá de la estética o de las impresoras, que son bastante similares, la diferencia básica es la cámara. Hay móviles que hacen muy buenas fotos, pero ningún fotógrafo profesional hace fotos con el móvil. Llevan una reflex. Por algo será. De las webcams, ni hablaríamos. Entonces, ¿por qué hay fotomatones que llevan instalada una webcam? Misterio
Esta historia terminó bien, pero seguramente habremos perdido en estos años algún servicio por no poder dar esta explicación. Por eso la publicamos en nuestra web. Y por eso también os invitamos a ver cómo funciona nuestro fotomatón. A lo peor, no nos contratáis, pero seguro que os divertís probándolo